El tercer Sabado de Setiembre lucia como el ultimo dia de un verano racano en dias calurosos y soleados, el verano llega a su fin y los que vivimos en Minneapolos tenemos la sensacion que el verano nunca llego para quedarse, vino de visita, si.
En muchos lugares consideran las bicicletas solo para el verano, pero hay que estar por estos lares o en algunos paises europeos donde simples mortales son amantes de la bicicleta (Alemania, Holanda, Suiza, Austria) durante todo el año. Yo soy de un pais donde las bicicletas son para el verano, aun cuando en mi pais el invierno nunca venga con lluvia o nieve, pero si mucha humedad.
La bicicleteada al Dakota bike trail, era para mi el ultimo paseo en bicleta con amigos. La ruta comprendia 13.5 millas ( poco mas de 21 kms) de Wayzata a St. Bonifacious, pasados unos minutos despues de las 9 am, Makito venia con su auto y sujetamos su bicicleta al rack de mi auto. Minutos despues estaba manejando en direccion al punto de encuentro (Wayzata), recibo la llamada de Analia preguntandome donde estaba y le dije que a pocos minutos, ya eramos cuatro. La noche anterior habiamos sufrido la desercion de tres ciclistas y pense que a lo mejor estas continuarian durante la manana, al final me equivoque pues Analia, Daniel y Makito estuvieron presentes y con ellos recorrimos este camino.
Los mas de 21 kms ida y vuelta resultan en poco mas de 42 kms, que lo hicimos a un ritmo lento, disfrutando del paisaje y de las hermosas casas con vista al lago.
Durante el trayecto nos encontramos con otros ciclistas, quienes disfrutaban de un Sabado en bicicleta como nosotros, el dia estaba soleado pero no hacia calor y la brisa que recibiamos era estupenda. Nos divertimos conversando y escuchando musica en MP3, el paseo fue plancentero sin contratiempo alguno. El pueblo de St. Bonifacious esta en el extremo oeste del condado de Hennepin y es un lugar pequeño, con una gasolinera, una tienda y una licoreria, no habia mucho que ver en el lugar, el camino justo terminaba al frente de la alcaldia (City hall) y nos dimos cuenta antes de tomar la foto debajo del cartel de bienvenida al pueblo que al costado de la alcaldia habian organizado un mercado con productos y artesanias de los lugareños. Despues de media hora de descanso, estabamos camino de regreso, el ritmo fue el mismo (15 a 20 kms por hora) pero a mitad de camino a Analia se le notaba cansada y bajamos el ritmo. Al llegar a Wayzata no solo estabamos sedientos sino tambien hambrientos, decidimos ir a comer a un restaurante chino en Minneapolis y comimos de lo mas, despues de charlar y comentar sobre la tour de bicicleta, deseando que no fuera la ultima escapada en grupo antes de la llegada del invierno.
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